domingo, 29 de mayo de 2011

En parajes pedestres de la Italia

En parajes pedestres de la Italia
do Febo tibio calor despliega,
tras cerro que en sueño se anega,
se despliegan como verdes aralias

las esteras vivas de los laureles,
que en tierra ancestral de poetas
ciñe la hoja feliz sus cabezas,
protegidos de la noche perenne.

Aún entre muchos embarullado,
siempre intenso, erguido, siempre fuerte,
como al que no lo toca la muerte:

así surge la legión de los nombres
para alegrar la vida de los hombres,
¡Esos poetas de copiosas mientes!

© Wilhelmus Blaranzita

domingo, 15 de mayo de 2011

La Despedida

No sólo es la despedida
de tristezas la más grata;
a cada etapa en la vida
es hacia ellas la entrada.

¿Qué gesto o acción posee
tal rasgo unificador,
y que a la vez nos acerque
al fin de una relación?

Con lágrimas en los ojos
y un ademán de mi mano
sintiendo ya el gran añoro
despido al querido hermano

Y al execrable antípoda
concluida la batalla
con mirada y voz altísonas
doy mis loas elevadas

Y es que la simple partida
es acción universal
y a la raza dividida
la reúne en igualdad

Porque somos resultado
de una rara paradoja:
social sentir traslapado
a sed de obras venturosas

Octubre de 2009

© Wilhelmus Blaranzita

miércoles, 4 de mayo de 2011

Existir

La nostalgia pinta toda hebra
de los colores de la gloria
y cada hombre viste de fiesta
en las tierras de la memoria.
Y cada suceso banal
sin duda en la vejez será
un muy feliz recuerdo donde
encontrará solaz el hombre.

Y en el futuro rey será
en ataviadas resonancias
y del presente lo esencial
dejará ir sin repugnancia.
Trivialidades disfrazadas
de túnica, toga y alhajas,
esa es nuestra existencia necia,
sólo pasado y no vigencia:

Un océano de deseos,
sufrimiento y calamidad
y breves caprichos del seso
que todo viste de beldad.
Mas basta con ver una tumba
y saber cuál es mi fortuna
para así percibir de veras
la vida y su breve promesa.

Los huesos de muchos millones
y a su tiempo los míos propios,
la infinidad de los eones
juntará en polvoriento acopio.
Mas espero que quedará
de mí trabajo inmortal,
y una lápida sin mi nombre
serán mis legados al hombre.

Diciembre de 2009

© Wilhelmus Blaranzita