No sólo es la despedida
de tristezas la más grata;
a cada etapa en la vida
es hacia ellas la entrada.
¿Qué gesto o acción posee
tal rasgo unificador,
y que a la vez nos acerque
al fin de una relación?
Con lágrimas en los ojos
y un ademán de mi mano
sintiendo ya el gran añoro
despido al querido hermano
Y al execrable antípoda
concluida la batalla
con mirada y voz altísonas
doy mis loas elevadas
Y es que la simple partida
es acción universal
y a la raza dividida
la reúne en igualdad
Porque somos resultado
de una rara paradoja:
social sentir traslapado
a sed de obras venturosas
Octubre de 2009
© Wilhelmus Blaranzita
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