viernes, 11 de febrero de 2011

Luporum Melus

Aun los seres más vulgares
entre la raza de los hombres
sus instintos plebeyos ciñen
al yugo de los buenos nombres
¡Qué extraño, en verdad, es ver
sentados a aquellos amigos
con tanto tacto declamando
sus tan insulsos artificios!

Es como si admitido fuese
en las diarias conversaciones
lo más soez mientras medie
entre aquello simulaciones.
Todo conforme y aceptado
es en tal ataviado son
mientras tengamos en acuerdo
mayoría de aprobación.

Si escrito tal fallo estuviese,
así el decreto diría:
"Feliz e idiota siempre sed,
mas no olvidéis la cobardía,
ya que sin este aditamento
tu estulticia no perdona
el tan pretendido amigo,
que a escondidas te baldona."

"Mas acordado lo anterior
no os olvidéis del inciso:
permitido es por la ley,
y a la ilusión es muy preciso,
que ataquéis al uno que no
sea de esta reverente,
que sutil lo torturéis sin
romper la concordia vigente"

Así, contentos y felices
a su gusto ellos vivieron
en la malla de la ilusión
que tan gustosos se tendieron;
si encarar la realidad
es verse en el feo aprieto
de contemplar en ellos mismos
la exhibición de los defectos.

Y mientras en dicho embuste
prosperan los Hijos de Dios,
el gentil, en cuya decencia
a toda prueba, dijo adios,
A su amada guarida vuelve,
a su círculo abandonado,
el orbe ingrato de los hombres,
en suficiencia, explorado.

¡En su cautiva inteligencia
uno no querría perderse,
donde toda la rebeldía
nunca puede dejar de verse!
¡Donde la bestia se libera
del sucio fango que hiede
a disimulo, fingimiento
y mentiras de toda especie!

En su medio, al fin desnudo,
el hombre se ve a sí mismo
y horrorizado, mas de ser
fragmento de tanto cinismo,
de toda la mendacidad,
que rellena la humana hondura,
sacude el alma y vuelve
a regirse por su cordura.

¡Instinto, gran violencia,
pasión, fuego, hambre de vida!
¡Mórbido humor, lo auténtico,
la existencia de orgullo henchida!

¿Y qué puede este cismático
decir a todos sus hermanos,
qué lección vamos a extraer
de su vivencia y de su engaño?

¡NO HAY!

Dejad la enseñanza,
un escolio lo dice todo:
"No soy hombre civilizado,
ni soy tampoco mono - ¡Soy lobo!"

Agosto del 2009 - Septiembre del 2010

© Wilhelmus Blaranzita

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