miércoles, 9 de marzo de 2011

Lección de Vida

Tú mismo sé
oye la voz
del interior
para saber
cómo el numen
te conformó.

Mantente lejos
de ignorantes
que en sofocante
noche están ciegos,
en la ilusión
de la noche acre.

El árbol, solo,
echa raíces
y así recibe
del mundo todo
lo requerido
que nunca es poco.

Próspera o mísera,
en toda etapa,
unida o rala,
la natura íntegra
perenne vive en
latentes capas.

Para saber
de tu misión
calla tu voz
calla tu ser
tu oído aguza y
pon atención.

Escucha llamar
a la hermosa alma,
la tierra amada,
óyela hablar:
Naturaleza,
la perpetua ama.

© Wilhelmus Blaranzita

1 comentario:

  1. Y sin embargo ni la escuchamos ni la amamos. Nos hemos puesto por encima de todo y es un pecado que nos califica.
    Hermoso poema.
    Un abrazo.
    Pd: Si estoy escribiendo una serie sin mucha continuidad, que he llamado bestiario burlesco.

    ResponderEliminar