sábado, 15 de octubre de 2011

Cuando la Muerte ya no nos Acecha

Cuando la muerte ya no nos acecha
en los rincones, de menos la echamos.   
Cuando'l dolor no nos duele ya tanto,    
sufrir nos sumerge'n cierta nostalgia. 
Y muertos estamos, pero soñamos      
los días de nuestro oscuro pasado,      
en que'ra todo feliz, pero incierto.    
Haber perdido creemos, de fe,          
una porción esencial de la alma.          

¡Sí, una parte perdí de mi ser!        

El día nos trae siempre recuerdos
de aún mejores momentos, mezclando
lo que es malo, diciendo que's bueno.
Nos engañamos queriendo decir
que los contentos más vívidos sean
esos recuadros de nuestra consciencia
que malea la mente a su antojo.
Y allí creemos solaz poseer,
o si no, en el futuro falaz.

Mas el futuro, ¿qué es? La quimera,
esa ilusión, el capricho que Circe
nunca podría al suyo albedrío
en tan variado sin fin trastocar.
¡Buscas andanzas y éxtasis, hombre,
y recalar en estrellas insomnes!
siempre creyendo que'l mundo tu nombre
abandonando, amigos no faltan
en las esferas, en los epiciclos.

¡Mas quien sabe si hallarás los que buscas!

Octubre de 2010

© Wilhelmus Blaranzita 

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