domingo, 24 de julio de 2011

Árbol y Hombre

Las hojas de un árbol se mecen.
En dulce soplido se cobijan,
querer se dejan, se regocijan,
mayor evento no las remecen.
¿Pero qué de las humanas vidas?
Penosas criaturas somos, que
tras las más intensas sacudidas
solaz aguardamos a toda fe.

Tal aéreo, airoso celo
remoza su aspecto, lo mejora,
en dejando caer lo que ahora
son hojas secando en el suelo.
¿Pero qué del animal humano?
El correr de angustias y de horas,
con cruel e inexorable mano,
lo marchita y lo aminora.

Y, como jugando, un aliento
leve hace vibrar el follaje,
que musical a los ojos se hace,
sinfonía de luces al viento.
¡Pero qué es de mi y de ti!
¡Juegan con nos en conspiración
anhelo y destino sin fin,
y es triste, dolorosa canción!

© Wilhelmus Blaranzita

(Diciembre de 2010)

6 comentarios:

  1. A poesia escreve o homem e a vida.
    Grande poema.

    Um abraço
    oa.s




    [Muito obrigada pelo seu comentário]

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  2. Excelente ritmo y rima
    es un poema adorable
    FELICITACIONES!!!

    un abrazo bloggero:)
    te sigo y enlazo pa'no perderme:)

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  3. Felipe querido:
    Las hojas de los árboles se parecen al destino de los hombres. Ellas son mecidas por el viento, así como nuestro sino está en las manos de un Creador.
    Un abrazo poeta.

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  4. Qué poema Felipe! el ritmo toma al lector y conduce de principio a fin.
    Felicitaciones amigo.
    Un gran abrazo.
    Maffi

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  5. Fijate bien, a tu paso va quedando la hojarasca y pesa, y tiene nombre.
    Poesía.
    un abrazo poeta , amigo.
    Gino.

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  6. Este poema tiene mucho saudade es dulce y triste a la vez, un beso y abrazo amigo,

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